Un polín es un producto estructural de apoyo, denominado de la lámina caliente rolada en frío, por lo que es un material de alta resistencia. Además su acabado galvanizado lo hace resistente a la corrosión. Existen diferentes formas del polín, podemos encontrar polín “C”, polín “Z” o polín avícola. Dependiendo del uso que se le quiera dar, es el tipo de polín que se debe utilizar, ya que aunque su función básica es prácticamente la misma, cuentan con características únicas que se adaptan a lo que tu obra necesita.
Para que los polines tengan una larga vida y su función sea extensa, hay que darles cierto mantenimiento, logrando así mantener la resistencia que proporciona a nuestra obra.
Recomendaciones de mantenimiento del polín:
- Antes de instalar, se recomienda que el material esté acomodado de manera horizontal para evitar estancamientos de agua y así evitar corrosión prematura por el agua.
- A su vez, se recomienda verificar que la película protectora del material, no esté dañada, ya que al estar maltratado el material, puede causar oxidación.
- Al momento de terminar la instalación del material, limpiar los residuos de las perforaciones.
- Se recomienda también que se realice limpieza periódica del producto, quitando acumulaciones de polvo, agua, tierra, etc. En el caso del polín avícola, esta tarea se vuelve un poco más sencilla, ya que al ser un perfil abierto, por su forma ayuda a no acumular tanto polvo y plumas en él.
- Es importante mantener limpio el material, evitando estancamientos de agua y polvo para así evitar corrosión y alargar la vida del polín.
Identificar que tipo de polín requiere tu obra es igual de importante que el mantenimiento y cuidado del mismo para lograr alargar la vida de nuestro material.
En Aceroform contamos con polines hechos de acero de tipo C, Z y Avícola en diferentes medidas; puedes ponerte en contacto con nosotros para obtener asesoría y ayudarte a adquirir el que necesites.
